Cómo congelar verduras correctamente
Es normal tener dudas sobre si congelar verduras es el mejor método para conservarlas.
Sin embargo, podemos decirte que es una excelente forma de sacar provecho a las verduras que compres en el mercado y ahorrar tiempo al cocinar.
Aprende cómo congelar verduras y cuáles son los beneficios que aporta el uso de esta técnica de conservación.
¿Cómo congelar verduras para mantener sus propiedades?
Congelar verduras tiene grandes beneficios, siempre que se realice de la manera correcta.
De esta forma, podrás garantizar la seguridad de los alimentos y que se conserven sus propiedades nutricionales.
Aprende cuál es el procedimiento correcto como congelar verduras con los pasos que te dejamos a continuación, así como este vídeo del canal de YouTube Simple Blending.
Lavar y cortar las verduras
Para comenzar tienes que lavar bien las verduras. Rocía con abundante agua para eliminar los rastros de tierra y demás suciedad adherida.
Pela la cáscara de las verduras que lo ameriten y corta en trozos pequeños, fáciles de manejar y almacenar para congelar.
Tienes la posibilidad de organizar las verduras cortadas en porciones individuales o para ser almacenadas en un solo envase.
Escaldar los alimentos
Con las verduras cortadas y reservadas, es momento de pasar a su escaldado.
Sirve agua en una olla y calienta a fuego alto hasta que comience a bullir. Baja la llama e introduce las verduras para que se cocinen entre uno a tres minutos.
Una vez listas, escurre el exceso de agua y sumerge en un bol con agua fría para cortar la cocción de las verduras. Seca con papel de cocina y coloca en una fuente.
Repite el mismo procedimiento con el resto de las verduras. Te recomendamos saltar este paso con el brócoli, perejil, jengibre, coliflor, maíz, cebolla y dientes de ajo.
Envasar las verduras
Ya que tienes las verduras cortadas y cocidas, llegó el momento de envasarlas.
Elige el método que utilizarás para congelarlas. Dispones de opciones como envases de cristal o plástico con cierre hermético, bolsas ZIP y envasado al vacío.
En el caso de que elijas utilizar los envases con cierre hermético, debes dejar un par de centímetros libres entre los trozos de verdura y el cierre.
Esto se debe a que las verduras tienden a crecer con el proceso de congelación.
También puedes emplear bolsas de envasado al vacío. Permite almacenar las cantidades de verduras que desees, sellar las bolsas y retirar el aire con la máquina de vacío para que ocupe menos espacio de almacenamiento.
Tu última opción siempre tienen que ser las bolsas normales, puesto que ocupan un gran espacio del congelador por el aire que suelen concentrar en su interior.
Marcar la fecha de congelación e introducirlas en el congelador
Para culminar el proceso de congelar verduras, es importante marcar la fecha en los contenedores de las verduras.
Esto te permitirá conocer el momento en que almacenaste cada verdura y utilizarlas en un tiempo adecuado.
La recomendación es emplear las verduras congeladas entre ocho meses y un año.
Ventajas de congelar verduras
Muchas personas dudan sobre el uso de las verduras congeladas por creer que son más dañinas que beneficiosas.
Sin embargo, existen pruebas de que congelar verduras tiene varias ventajas que te aconsejamos aprovechar al máximo.
Aprende cuáles son los puntos a favor de congelar verduras y no dudes en ponerlo en práctica dentro de tu hogar.
Ahorro de tiempo y facilidad al cocinar
Las verduras congeladas proveen un gran ahorro de tiempo y facilidad para cocinar.
Como las verduras ya están limpias y cocidas, solo tienes que descongelarlas durante unos minutos para añadirlas en las recetas que desees.
Incluso, si tienes bolsas con porciones de vegetales, te será más sencillo incorporarlas en los platos sin tener que congelar y descongelar lo que no utilizarás.
Evitas el desperdicio de alimentos
Las verduras congeladas son la mejor forma de combatir el desperdicio de alimentos.
La conservación de las verduras extiende su vida útil por meses y en las mejores condiciones, por lo que puedes aprovecharlas en cualquier momento sin tener que tirarlas a la basura.
Solo tienes que descongelar la cantidad que necesitas y devolver al congelador el resto para futuras recetas.
Sin conservantes artificiales
Congelar las verduras no requiere ningún tipo de conservantes artificiales o aditivos que extiendan su vida útil.
Solo tienes que cortarlas, escaldarlas y almacenarlas para poder congelarlas.
Seguro te sorprenderá que los alimentos conserven sus colores tal como el primer día, pero eso se debe a que el frío mantiene las verduras tal como las compraste.
Ofrecen un consumo seguro
Las bajas temperaturas a las que se someten las verduras durante la congelación evita que se descompongan.
Por ende, no existe un espacio para el crecimiento de microorganismos dañinos que la salud con el consumo de estos ingredientes.
Conservan sus propiedades nutricionales
Al congelar verduras, ayudas a conservar sus propiedades nutricionales tal como si estuviesen frescas.
Esto se debe a que se almacenan recién compradas, cuando tienen su mayor contenido de vitaminas, minerales y nutrientes.
Por su parte, el congelado permite que las verduras mantengan intactos su color, textura, sabor y olores.
Uso de verduras fuera de temporada
Por último, congelar verduras te permite utilizar aquellas que están fuera de temporada en tus recetas.
Además de cocinar con los ingredientes que deseas, ahorras dinero al evitar comprar estos productos a costes caros al ser importados desde otros países.
¿Cómo se congelan las verduras?
El proceso de congelación de los alimentos consiste en:
* Lavar las verduras para eliminar rastros de tierra y demás suciedad
* Cortar en trozos para facilitar su almacenamiento y posterior uso en recetas
* Escaldar las verduras por un par de minutos y escurrir el exceso de agua
* Almacenar en envases de cierre hermético o bolsas de envasado al vacío
¿Por qué es bueno congelar verduras?
Congelar las verduras es una excelente alternativa de conservación. Mantienen su frescura, color, textura y las propiedades nutricionales.
Asimismo, el frío se encarga de detener el proceso de degradación de los alimentos. Esto significa que puedes consumir tus verduras congeladas en todo el año, sin temor a que se descompongan.